HISTORIA DE CEUTA: ISLAM (CRONOLOGÍA)

LA OCUPACIÓN ISLÁMICA DE CEUTA (712 / 739)

Ceuta permaneció siete siglos bajo ocupación musulmana desde el 710 en el que el gobernador de Ceuta D. Yulyan, personaje entre la historia y la literatura, firmó un pacto con Tarikvibn Ziyab hasta la conquista portuguesa en 1415.

El Islam consiguió aglutinar a numerosos grupos trivales árabes consiguiendo en apenas un siglo expandirse desde el Indo hasta al norte de África occidental. Uqba ibn Nafi al-Fihri, gobernador de Ifriqiya (Norte de África) desde 670 realiza una serie de campañas hasta Tanger. Hacia 682 tiene un encuentro con Yulian, gobernador de la región del Estrecho de Gibraltar a quien le rinde pleitesía, siendo confirmado como gobernador, desaconsejanto por los peligros que entraña que Uqba dirija su conquista hacia la península ibérica, recomendandole que lo haga hacia el sur contra los bereberes como así hace obteniendo un elevado botín. A su regreso, Uqba muere en Tahuda durante un enfrentamiento con los bereberes.

En 709 Musa ibn Nusayr, gobernador de Afriquiya y el Magrib (705-714) tras diferentes campañas domina el Magrib occidental a excepción de Ceuta, dejando a su regreso a Afriquiya con un abundante botín un ejercito en Tánger al mando de Tariq ibn Ziyad quien ataca Ceuta, ciudad bien fortificada desde los época bizantina. Las malas relaciones que Yulian tiene con el rey visigodo Rodrigo que dificultan los refuerzos y el elevado ejército musulmán fuerzan en 709 un pacto entre Yulyan y Tariq por el que el primero se compromete al pago de un tributo, a la entrega de rehenes y a facilitar apoyo logístico en la campaña de Al-Andalus conservando Yulian a cambio su posición y propiedades.

Tariq cuenta con el apoyo de Yulian para la realización de diferentes razias contra la costa penínsular que le permiten de forma rápida obtener elevados botines. Estos exitos le animan a iniciar la campaña de Al-Andalus, contando para el traslado de las tropas musulmanas con cuatro barcos de Yulyan con los que toma de Gibraltar como cabeza de puente en espera de la llegada del resto de tropas en las semanas siguientes. Yulyan le facilita información del reino visigodo, guiando sus tropas a las musulmanas y participando junto a ellas en algunas campañas. Según ibn Jaldún, despues de este pacto, los árabes solo entraron en Ceuta tras la muerte de Yulyan que se produjo poco antes de la revuelta jariyi.

Musa ibn Nusayr atraviesa el estrecho de Gibraltar en 712 iniciando la conquista. En 714 tras su regreso de al -Andalus para presentarse al califa al-Salid, Musa deja como gobernador de al-Andalus a Abd al-Aziz y a Abd al-Malik o Marwan según otras fuentes, al frente de Ceuta, Tánger y los territorios dependientes.

LOS BEREBERES Y LA DESTRUCCIÓN DE CEUTA (739 / 830)

En el 739 se produce la revuelta de las tribus bereberes del actual oeste de Marruecos encabezada por Maysara al Matghari, contra los omeyas motivada por el abuso que sobre ellos ejercieron los gobernadores de Ifriqiya. Los bereberes aprovechan la expedición que el ejercito de Ifriqiya realizó a la Sicilia Bizantina para tomar Tanger, matando a su odiado gobernador y proclamandose Maysara como nuevo Califa. La tropas de Ifriqiya regresaron produciendose un breve enfrentamiento con los bereberes, replegandose estos últimos a la ciudad de Tanger. Marghari es depuesto y asesinado siendo elegido Jalid ibn Hamid al-Zanatil, jefe de una tribu zenata, como nuevo califa. En un nuevo enfrentamiento de los rebeldes bereberes contra la caballería árabe en la llamada Batalla de los Nobles (740) se produce una matanza de la nobleza árabe que ocasiona que el califa omeya Hisham envie un ejercito de 70.000 hombres contra los bereberes.

En el 741 se produce la orillas del rio Sabu, cerca de la actual Fez, la batalla de Bagdura que se salda con una nueva derrota árabe que ocasiona la huida de la caballería siria comandada por Baly que intenta primero sin éxito refugiarse en Tanger, consiguiendolo posteriormente en Ceuta (Septiembre o Octubre de 741) donde entre 7.000 y 12.000 sirios en unas concidiciones deprorables permanecen durante meses cercados por los bereberes sin que ibn Qatan, gobernador de Al-Andalus les permita el paso a la península. La revuelta producida en al-Andalus hace que el ibn Qatan cambie de opinión, permitiendo el paso de los sirios a la península (Marzo-Abril 742). Tras la marcha de los sirios, Ceuta es arrasada por los bereberes quedando según al-Bakir abandonada y en ruinas.

LOS BANU ISAM Y LA REFUNDACIÓN DE CEUTA (830-929)

La ciudad permanece “abandonada” casi un siglo (741-830), aunque podría haber permanecido una pequeña población musulmana entre los restos de la ciudad. Ceuta es repoblada por los gumaries, un grupo bereber procedente del valle de rio Martín. Al frente de este grupo se encontraba Medyekes, de la dinastía bereber de los Banu Isam, quien cambiaria el nombre de Septa por el de Medyekesa. Medyekes que era politeista se convierte al islam.

Medyekes fue sucedido por su hijo Isam, que gobernó entre el 855 y el 880. Este fue un periodo de escasez económica y peste bubónica. En esta etapa se instalaron en la ciudad algunos habitantes de Qalsana, localidad cercana a Medina Sidonia que compraron terrenos a los bereberes y edificaron en ellos sus viviendas. Isam fue sucedido por Modyebber, y este por Al-Rida. Estos dos gobernantes siguieron las órdenes de los alfaquies de Al-Ándalus. Este fue un periodo de mayor prosperidad.

EL CALIFATO CORDOBES Y CEUTA (929 / 1014)

En el 929 Abderraman III al-Nasir li-din Allah (Cordoba 891-Medina Azahara 961) creó el califato omeya de Córdoba. Los notables de Ceuta, disconformes con el gobierno de Al-Rida (Y de los Idrisies) y acostumbrados al gobierno de los alfaquíes de Al-Ándalus, enviaron una embajada a Córdoba solicitando la ocupación . El peligro que supone para al-Andalus la presencia tan próxima en el norte de África de los fatimies, hace que Abderraman III tome pacíficamente Ceuta el 24 de marzo de 931 trasladandose para ello a Ceuta el gobernador de Algeciras, Umayya ibn Ishaq al-Qurasi, que se convierte en gobernador de Ceuta que de entonces se convierte en la principal ciudad omeya del norte de África. Ceuta constituye el puerto de llegada para la flota y las tropas andalucies, base de operaciones y punto de refugio en caso de derrota.

En 934 los idrisies de la rama de los Banu Muhammad, aliados de los fatimies atacan ceuta derrotando a los andalusies y capturando a su general ibn Muqatil. Abderraman III envia un ejército que les derrota y libera a ibn Muqatil.

En 949 los Banu Muhammad vuelve a levantarse y Abderraman III envia un nuevo ejercito a Tetuan arrasando la ciudad y obligando a los idrisies a abandonarla, aunque es reocupada poco tiempo despues, lo que hace que los ceuties vuelvan a solicitarle nuevas tropas de ayuda que desembarcan en Ceuta en 952-953. Una nueva ofesiva fatimí en 958 hace que en el norte de África solo queden bajo el control de los omeyas cordobeses las ciudades de Ceuta y Tanger.

En 961 fallece Abderraman III que es sucedido por su hijo al-Hakkan II, sublevandose a los pocos años la ciudad de Tanger por lo que solo quedará bajo el control omeya la ciudad de Ceuta. Para asegurar el territorio andalusí, Al-Hakam II refuerza las fortificaciones de los principales enclaves costeros. Así en 962 se concluye la construcción la muralla iniciada por al-Nasir en 957. Además para evitar posibles sublevaciones como la ocurrida en Tanger, Al-Hakam II concede una exencion de tributos a los ceutíes. El hecho de que los fatimies dirigieran su interes sobre Egipto que conquistan en 968, hizo que disminuyesen su presión sobre Ceuta.

En 971 ibn Quannun se rebela y al-Hakam envia nuevamente tropas que son derrotadas en 972 y tienen que refugiarse en Ceuta y solicitar más ayuda. Al-Hakam vuelve a enviar un nuevo ejército cuyo cadi y administrador era Muhammad ibn Abi Amir (Almanzor). Ibn Quanun es derrotado y trasladado a Córdoba. La inestabilidad aumenta debido a la ofensiva cristiana por el norte y a que ibn Quannun se fuga refugiandose en El Cairo con el califa fatimi Nizar.

En 976 fallece al-Hakam II siendo sucedido por su hijo Hisam II que es un niño convirtiéndose al-Mansur en el hombre fuerte del califato que se atrae como aliados a los zanatas. e integra en el ejército andalusí importantes contingentes magrebíes.

En 978, Bulukkin ibn Zir, gobernador de Ifriqiya, conquista Fez y Siyilmasa obligando a los aliados de los omeyas a refugiarse en Ceuta. Estos solicitan ayuda a al-Mansur quien envia un poderoso que hace desistir a Bulukkin del cerco al que somete a Ceuta. Se considera que a estos momentos se refería al-Idrisi como los de la construcción en el monte al-Mina de una ciudad para ser trasladada la población. En 983 fallece Bulukkin cuando se dirigía a defender Siyilmasa regresando posteriormente el ejército omeya a al-Andalus.

Ibn Qannum, con el apoyo fatimi intenta recuperar nuevamente los antiguo dominios ifrisies. Al Mansur supervisa el paso de un nuevo ejercito a Ceuta que resulta victorioso trasladandose a ibn Quannum a Córdoba donde es ejecutado (985).

Tras un periodo de tranquilidad se produce un enfrentamiento entre los magrawas de la tribu zanata dirigidos por Ziri ibn Atiyya con los sinhaya de Abi al-Bahar para controlar el Magreg central que termina con la victoria del primero y la huida a Ceuta del segundo volviendo al-Mansur a enviar un nuevo ejercito a Ceuta. En 996 Ziri ibn Atiyya se levanta contra Córdoba quien aunque se declara vasallo de Hisham II no acepta la hegemonía de al-Mansur. Un primer ejército cordobes es derrotado y al-Mansur envia un nuevo ejército al mando de su hijo Abd al-Malik quien con el apoyo de los bereberes derrota a Ziri ibn Atiyya en 998.

En 1002 fallece al-Mansur y ocupa su puesto su hijo Abd al-Malik que a su vez fallece en 1008.

Tras la muerte en 1008 de Abd al-Malik al-Muzafaar, posiblemente asesinado, su hermano Abd-al Rahman ibn Sanchul (Sanchuelo) es nombrado como chambelan del califa Hisahm II y heredero de este careiendo de una capacidad política y militar que de cohesión al califato. El 15 de febrero 1009 se produce la revuelta de Córdoba mientras Abd-al Rahman se encontraba en Toledo produciendose la abdicación de Hisahm II siendo sucedido por su primo Muhammad al Mahdi que arrasa durante cuatro días el complejo de al-Zahira donde se había instaurado una corte alternativa. Al regreso de Abd-al Rahman desde Toledo, el 3 de marzo de 1009 es arrestado en Guadalmellato y decapitado.

Toda esta inestabilidad hace que en 1009 se produzca una disgregación del califato con la aparición de reinos que luchan entre sí con una presión cada vez mayor de los cristianos, iniciandose así el periodo taifa. Ceuta pasará a ser contralada por los hammudies.

El 1 de noviembre de 1009 Suleyman apoyado por los bereberes derrota a Muhamad al Mahdi en la batalla de Alcolea y toma Córdoba. Muhammad al Mahdi en 1010 vuelve a recuperar Córdoba. El 23 de Julio de 1010 es depuesto y asesinado y Hisham II es reinstaurado como califa. El 9 de mayo de 1013 Sulayman vuelve a tomar Córdoba, proclamandose califa ejecutando a Hisham II y nombrando a Ali ibn Hammud como gobernador de Ceuta.

LOS HAMMUDIES (1014 / 1041-1042)

Ali ibn Hammud gobernador de Ceuta quien en 1014/1015 se alza en armas contra Suleyman para hacerse con el poder de Al Andalus. Desembarca en Algeciras, toma Málaga y el 1 de Julio de 1016 toma Córdoba. Manda decapitar a Suleyman y se erige en califa emulando a Abderraman III. Ordena exumar con todos los honores a Hisahm II, nombrando a su hijo Yahya gobernador de Ceuta y heredero. Sin embargo las élites de Ceuta se habían mantenido fieles a Córdoba y opuestas a los hammudies.

Las primeras monedas acuñadas en la ceca ceutí corresponde a este periodo y llevan el nombre del califa Hisham y de Ali ibn Hammud, su presunto heredero.

Ali ibn Hammud, es despreciado por los andalusíes que le consideran un advenedizo, acaba siendo asesinado en Córdoba (1017/1018) y es sucedido en lugar de por su hijo Yahya que es gobernador de Ceuta, por su hermano Al-Qasim (al-Ma´mun) como nuevo califa que traslada el cadaver de Ali ibn Hammud a Ceuta con un piadoso enteramiento y manda construir según ibn al-Jatib una mezquita.

En 1021 su sobrino Yahya (Al Mu´tali bi-allah) desembarca en Málaga y toma Córdoba refugiendose Al-Qasim en Sevilla. En febrero de 1023 Al-Qasim regresa a Córdoba pero poco tiempo despues tiene que abandonarla nuevamente eligiendo los omeyas como nuevo califa a Abderraman V y despues a Muhammad III. Yahya que estaba asentado en Málaga apresa a su tío Al-Qasim en Jerez donde se había refugiado y lo hace ejecutar, quedando a la espera de recuperar el trono cordobés. El 9 de noviembre de 1025 Muhammad III abandona Cordoba ante la llegada a Córdoba de un ejercito de Yahya que inicia su segundo periodo como califa. Yahya deja en Córdoba a Abu Yafar Ahmad ben Musa como visir y regresa a Málaga. En junio de 2016 se produce una revuelta en Córdoba que expulsa al visir eligiendo al último califa del califato el omeya Hishem III. Yahya al-Muhtal se estableció en Málaga donde creó la Taifa de Málaga que llegaba hasta Algeciras.

Ceuta era gobernada por su hermano Idris ibn Ali (al-Mutayyad billah) hasta que tras la muerte de Yahia es proclamado en Málaga (1035), quedando como gobernador de Ceuta, Hasan al-Mustansir, hijo menor de Yahia bajo la tutela del eslavo Naja al-Alawi que es el verdadero hombre fuerte. A la muerte en 1038 de Idris ibn Ali, Naja defiende en Málaga los derechos sucesorios a Hasan al-Mustansir donde lo deja y él vuelve a Ceuta donde ostenta el poder hasta 1043 en que Hasan muere envenenado posiblemente a instancia de él. Naja hace encarcelar a Idris II y se dirige a Málaga donde se convierte en soberano aunque es asesinado a los pocos días. Idris II (laqab de al-Ali) es liberado en 1042 permaneciendo en Málaga nombrando los gobernadores de Ceuta a Saqut y de Tánger a Rizq Allah.

En 1046, Idris II debe de huir de Málaga a Ceuta donde es acogido por Saqut. En 1054 recupera el poder en Málaga y a su muerte le sucede su hijo Muhammad al-Mustali hasta que en 1057 la dinastía hammudí es definitvamente expulsada por el rey de Granada. En Ceuta comienza el gobierno de Saqut al-Barwagati, primero con Rizq Allah y a partir de su asesinato en solitario.

LOS BARGAWATAS (1041-1042 / 1083-1084)

Al igual que en al-Andalus, en el Magrib aparecen taifas y dentro de ellas pequeños principados que se declaran seguidoras de califatos ficticios. En esta situación se encuentra Ceuta que es gobernada por Saqut al-Bargawati, hombre rudo, falto de refinamiento perteneciente a la tribu bereber, guerrera y poco islamizada de los bargawata originarios de las mesetas atlánticas. Asesina a a Naja al-alawi (1041/1042) y junto con Riqz allah se hace con el poder creando un reino semejante a los existentes en la península ibérica y se someterá al califa abasí de Bagdad, buscando una legitimidad que no le reconocen los andalusíes para los que es simplemente un rebelde.

En principio ambos gobiernan las ciudades de Ceuta y Tanger, pero en 1061/1062, Riqz Allah es asesinado y Saqut detentará el poder en solitario. Nombra entonces como su sucesor a su hijo Al Mu´izz.

Ceuta en este momento se muetra como una ciudad dinámica que mantiene unas relaciones amigables con los sevillanos de al-Mu´tadid hasta que la flota de estos últimos toman Algeciras (1054), hecho que Saqut interpreta como una amenaza para Ceuta.

A pesar de la fama de rudo e iletrado, Saqut reunió en torno a él a una selecta corte de poetas y sabios señalando al-Bakri que el prestigio intelectual de Ceuta era notable.

LOS ALMORAVIDES (1083-1084 / 1146)

Los almorávides provienen de una confederación de tribus nómadas saharianas que en poco tiempo logran un imperio que se extiende desde el Atlántico hasta el Magreb central y desde el Sahara hasta el Valle del Ebro. En 1054/1055 toman Tanger, en 1083/84 toman Ceuta. Tras la toma de Toledo por Alfonso VI en 1085, l los reyes de algunas Taifas de la península solicitaron la ayuda de los almorávides que pasan a la península y en 1086 obtienen la victoria en la batalla de Sagrajas (cerca de Badajoz) frente a las tropas de Alfonso VI.

Los almorávides, que profesan una doctrina maliki, crean nuevo estado sometido al califato abbasí de Bagdad y que es dirigido desde Marrakech, la nueva capital por ellos fundada (1070). Tras una serie de victorias frente a los cristianos por las que recuperan Valencia en 1102, frenan su avance al sur de Tajo y ocupan Coimbra en 1117, sufren despues una serie de derrotas que provucan su decadencia.

Algunas fuentes remontan a 1067 la primera llamada de los reyes taifas a los almoravides para frenar el avance cristiano. Yusuf ibn Tasfin habría exigido en contrapartida la entrega de Ceuta, puerto esencial para asegurar el paso del Estrecho. Ceuta, gobernada por Saqut, resistió durante varios años los ataques de los ejércitos almoravides, más de lo que lo hizo cualquier otra ciudad. Tanger también bajo dominio de Saqut, es tomada en 1077 sirviendo de base desde la cual hostigar Ceuta. En el asedio a Tanger muere Saqut, al que sucede su hijo al-Muizz que resiste con firmeza ante los almoravides aunque al final sucumbe en una acción combinada del ejército almoravide y la flota sevillana. Sometida a un doble sitio, naval y terrestre, la ciudad cae y Al-Muizz es asesinado y sus tesoros confinados (1083/1084).

Este momento marca el inicio de la intervención almorávide en al-Andalus. Contando con la flota ceutí, los almoravides se lanzan a la yihad convirtiéndose en los líderes del Islam andalusí durante algunas décadas.

Tras la toma de Almería por los cristianos en 1057, el puerto de Ceuta se convierte en el de mayor importancia para la flota y decisivo para el paso de tropas hacia Al-Andalus.

El emir almorávide Yusuf ibn Tasfin (1061-1106) realizará en 1086 y 1088 dos expediciones a al-Andalus como alidado de los reinos de tainra. Una tercera en 1090 en el que conquista el reino zirí de Granada y Málaga. Hacia 1091 se instala en Ceuta ampliando la Mezquita Mayor, construyendo una muralla en el puerto y lanzando sus tropas a la conquista del resto de al-Andalus. En 1102 Yusuf ibn Tasfin cruza por última vez el estrecho de Gibraltar y proclama en Córdoba a su hijo Ali ibn Yusuf, ceutí de nacimiento, como heredero. Yusuf ibn Tasfin muere en Marrakech en 1106.

Ali ibn Yusuf (1106-1142) dirige cuatro campañas en al-Andalus, que parten posiblemente de Ceuta, con desigual fortuna y en 1115 y 1123 otras exitosas campañas en Sicilia y Calabria.

Ceuta que es un arsenal muy activo y tiene un puerto comercial de primera importancia vive durante este periodo también un incremento de sus beneficios gracias a los ventajosos acuerdos suscritos con Pisa. El sultán almoravide nombra gobernadores de estirpe real para Ceuta. Junto a estos se encuentra los cadies que pertenecen a la principales familias y que con una olgada posición económica, son los que administran la ciudad controlando el cumplimiento de la ley islámica, las actividades económicas, la enseñanza y actuando como interlocutores entre los ciudadanos y el poder central. Pero pronto comienzan a producirse conflictos entre los almorávides y los alfaquíes ya que el gobernador les recortara sus amplias prerrogativas, impondran nuevos impuestos y depondrán a la inmesa mayoría de los cadies.

LOS ALMOHADES (1146 / 1232)

Los almohades surgieron a partir de la tribu bereber de los masmudas del alto Atlas que contaba con un extraordinario fervor religioso y a la que se unieron otras tribus consiguiendo rápidamente formar un imperio que se extendió desde el desierto sahariano hasta al-Andalus y desde el Arlántico hasta Ifriquiya. Consiguieron tener una serie de campañas victoriosas hasta llegando en 1141/1142 a las costas del estrecho de Gibraltar. Ceuta que se encontraba bajo el mando del cadí Iyad ofreció una dura resistencia. La situación se ve agravada por la traición del almirante de la flota almoravide ibn Maymum. En 1146 Iyad se entrega en Salé a Abd al-Mumin, el primer califa del imperio almohade.

Alfonso VII de Castilla toma Almería en 1147. Las ciudades de al-Andalus otorgan el poder a los cadíes iniciandose así el periodo denominado de las “segundas taifas” haciendose los almohades en pocos años con el control de al-Andalus. Los almorávides solo controlaran las Baleares bajo la autoridad de los Banu Ganiya, dinastía heredera de los mismos.

En 1148 se propaga una gran rebelión por todo el norte de Africa y al-Andalus contra los almohaes. Esta situación se agrava por la presión de los cristianos y por el nuevo cambio de rumbo del almirante de la flota ibn Maymum. Yahia ibn Ganiya alienta la sedición contra los almohades en Algeciras. La sublevación también se produce en Ceuta con el asesinato del gobernador y de los almohades que se encuentran en Ceuta y volviendo el cadí Iyad a gobernar la ciudad que se alía con ibn Ganiya. Los almohades cercan Ceuta y tras un tiempo, el cadí Iyad se acaba nuevamente entregándose al califa almohade abd al-Mumid que le destierra primero a Dai y despues a Marrakech nombrando a Abdallah ibn Sulayman Yaslastan como gobernador de Ceuta, poniendolo al mando de la flota integrandose plenamente Ceuta en el imperio almohade. El cadí Iyad continuó gozando de gran respeto durante su exilio en Marrakech donde tras su muerte en 1149 su tumba fue objeto de gran veneración.

El papel de la ciudad durante el periodo almohade es el de puerto comercial, vigilancia del area del estrecho y lugar de embarque de tropas, al igual que los de Tanger y Alcazarseguer que dependían de Ceuta, contando además con una flota de gran prestigio. Los arqueros (Rumat) y combatienes del mar (guzzat al-bahr) que son los cuerpos de élite a la vanguardia de los ejércitos son de ceutíes en su mayoría. La aduana de Ceuta que controla el paso de mercancías entre Europa y África obtiene numerosos beneficios. La presencia de mercaderes de todo el mundo hace que en Ceuta se produzcan numerosos contactos diplomáticos.

En 1151/1152 el gobernador de Ceuta Yaslastan es asesinado. A petición de los ceutíes, Abd el-Mumin crea 1155/1156 una provincia en el estrecho que comprende Ceuta, Tanger, Málaga, Algeciras y a la que nombra como gobernador a su hijo Abu Said.

Tras la muerte 1163 en Salé, Abd al-Mumin el primer califa almohade le sucede Abu Yaqub Yusuf (1163-1184), continúando el puerto y la flota de Ceuta para los almohades. En 1180, las flotas combinadas de Sevilla y Ceuta vencen a una flota portuguesa en aguas de Cádiz, logrando según ibn Idri, capturar 20 galeras y 1.800 prisioneros.

Coincidiendo con el reinado de al-Mustasir (1213-1224) comienza el declive de los almohades motivado por el aumento de los poderes locales en detrimento del poder de califa, la cada vez mayor presión cristiana en al-Andalus y marini por el sur del Magreb. A su muerte se produce nuevas luchas de poder que concluyen con el nombramiento como califa de al-Mamum en 1227 quien para conseguir el apoyo militar de las tropas castellanas de Fernando III deberá ceder cierto número de ciudades de al-Andalus.

En la región oriental de al-Andalus (Murcia, Valencia, Cataluña y Baleares) ibn Hud encabeza una rebelión que hace que al-Mamum tenga que regresar en 1229 al norte de África donde Yahia cuestiona su reinado, lo que es aprovechado por ibn Hud para dominar la totalidad de al-Andalus. Al-Mamum pone bajo la autoridad de su hermano Abu Musa Imran, gobernandor de Ceuta, las ciudades de Gibraltar y Algeciras. Este hecho origina que ibn Hud dirija la flota al mando del almirante de Sevilla al-Yusti contra Ceuta deponiendo a Abu Musa en en 1231 y nombrando a al-Yusti como gobernandor de la ciudad.

Al-Mamud envia un ejercito a Ceuta para restablecer la situación poniendo junto con las milicias cristianas un cerco a Ceuta solo por tierra al carecer de flota, que es un fracaso al recibirse por mar todo lo necesario para la subsistencia lo que hace que al-Mamum levante el cerco en 1213 dirigiendose al sur para para intentar frenar la revuelta de Yahia.

Mientras tanto, los cristianos siguen infringiendo severas derrotas a las tropas de ibn Hud lo que hace da fin a su intento de dominio de al-Andalus.

LA "INDEPENDENCIA" DE CEUTA (1232-1233 / 1238-1239)

Aprovechando el clima de anarquía existente, en 1232-1233, los comerciantes originan una revuelta, inician un periodo de “independencia” y toman el poder encabezados por el rico comerciante de origen andalusí Abu-I-Abbas al-Yanasti (1232/1233-1238/1239) representante de los comerciantes ceuties que se somete al vasallaje del califato de Bagdad y de quien las crónicas da unas referencias negativas. Toma los títulos de al-Muaffaq y al-Watid y se rodea de una corte de poetas que cantan sus hazañas. Estas actitudes hacen que sus concidudanos le consideren como un tirano por lo que pronto abandonará el poder.

La flota genovesa ponen cerco y toman Ceuta, imponiendo cuantiosas indemnizaciones debido al parecer por el incumpliento de los compromisos económicos que Al-Yanasti había adquirido con ellos a cambio de su ayuda para expulsar a los calcurini que habían previamente llegado a la ciudad marchandose poco despues. Tras estos hechos, lo genoveses se convertiran en el principal socio comercial de Ceuta.

En 1236 los cristianos conquistan Córdoba, lo que pone fin a las pretensiones de ibn Hud de controlar al-Andalus siendo asesinado en 1238. El califa almohade Abú Muhammad Abd al-Wahid al-Rasid ibn al-Mamun (Abd al-Wahid II, 1232-1242) impone parcialmente su autoridad. Los sectores más influyentes de la ciudad de Ceuta deponen, con la oposición de las masas, a al-Yanasti en 1238 y reconocen nuevamente la autoridad almohade. El califa nombra gobernador de Ceuta a Abu-l-Abbas en tanto que la aduana de Ceuta fue confiada a Abu Ali ibn Jalas al-Balansi, a Abu Zakariyya ibn Muazahim como jefe de la flota y a Abu-l-Hassan como secretario de la chancillería.

Pero al no tener éxito, el califa envia a Ceuta a Abu Muhammad ibn Maksan, su hombre de confianza, invistiéndolo con plenos poderes. Unicamente ibn Jalas (1238-1249/1250) mantiene su posición con la que consigue una cuantiosa fortuna dedicándose al comercio con Marsella y gozando de gran influencia ante el califa y siendo el auténtico hombre fuerte con un gran margen de maniobra. Valenciano de origen, favorece durante su mandato la llegada de los andalusíes y crea una corte bastante liberal que escandaliza a la conservadora sociedad ceutí, produciéndose una fractura entre ésta y los grupo andalusíes recién llegados que se traducirá poco después en la toma del poder por parte de los hafsíes primero y luego de los azafíes. Los alfaquíes y buena parte de los sectores más influyentes de la sociedad ceutí muestran su hostilidad hacia ibn Jalas provocando un largo periodo de intregas que sólo un poder central consolidado podría detener.

El califa Abd al-Wahid II muere en 1242 lo que impide la consolidación del califato almohade. Aprovechando la debilidad de su sucesor, el califa al-Said al Mutadid (1242-1248), la ciudad vuelve a escapar de la obediencia almohade, sometiendose ibn Jalas, al igual que otras ciudades al soberano hafsi Abu Zakariyya pero con la oposición de parte de la población. Las fuentes recogen en este momento la marcha al exilio de una personalidad tan destacada como Abu-l-Hassan al Shari al-Gafiqi, fundador de la primera madrasa ceutí (1243) Ibn jalas es confirmado por Abu Zakariyya al frente del gobierno.

En 1239/1240, al igual que otras muchas provincias, Ceuta soportó las consecuencias de una terrible hambruna agrabada por el hecho de que la región de Gumara que tradicionalmente abastece de grano a la ciudad apoya las pretensione merinies lo que hizo que los los ceuites almaceran víveres en silos para prevenir futuras hambrunas. Ceuta entra en un periodo de debilidad económica debido a la crisis del comercios, a las indemnizaciones pagadas a los geneveses y a la llegada masiva de inmigrantes desde la península.

La ciudad comienza posteriormente a tener unos años de recuperación económica con la reactivación del comercio que no se vió perjudicado por el cambio de obediencia a los hafsies (1242-1243). Ibn Jalas se rodea de una corte de poetas e intelectuales de gran prestigio.

Las tropas castellanas amenazan Sevilla y la flota tunecino-ceutí no puede vencer a la castellana en el enfrentamiento que tuvo lugar en Sanlúcar de Barrameda, cuestionando la superioridad de las naves ceutíes en el Estrecho.

El hecho de que ibn Jalaz sea incapaz de hacer frente a los avances cristianos así como sus pretensiones independentistas hace que caiga en desgracia con el sultan hafsí y sea depuesto de su cargo en 1248/1249, terminando ibn Jalas sus días cuando se dirigía a túnez. El soberano hafsi Abu Zakariyya nombró como gobernador de Ceuta a su primo ibn al-Sahi al-Hintati, que ejerció un poder despótico que se granjeó la animadversión de la población. En 1249 es conquistada Sevilla por Fernando III, que supone un duro golpe para el prestigio de los hafsíes y provoca nuevas oleadas de inmigrantes provinientes de la península ocasionando verdaderas dificultades para Ceuta que es incapaz de acoger a esta población.

LOS AZAFIES (1249-1250 / 1306)

La muerte de Abu zarakiyya (1249) marca el inicio del final del dominio hafsí en Ceuta. En 1250 estalla la revuelta fundamentada en el desprestigio de los gobernantes que habían sido derrotados por los cristianos y en la subida de impuestos.. El administrador de la aduana es asesinado y el gobernador se ve obligado a huir. Al frente de Ceuta se sitúa Abu-l-Qasim al-Azafi, presidente del consejo de notables y perteneciente a un linaje respetado en la ciudad con gran prestigio como hombre sabio y piadoso, poseedor de una gran fortuna.

Desaparecido el poder hafsí, Abu-l-Qasim, que es independiente de hecho, fija su mirada en nombre de los notables ceutíes, hacia el califa almohade Abu Hafs Umar al-Murtada (1248-1266). Gobierna la ciudad a través de una Sura o Consejo de notables, aunque en la práctica goza de un poder personal casi absoluto. El peligro que supone el avance cristiano, hace que realice un fortalecimiento de las murallas y de la flota así como un aumento de los contactos diplomáticos.

El soberano nasri Muhammad I de Granada intenta una coalición con los castellanos que solicitan la entrega de varias plazas en el estrecho de Gibraltar en poder de los granadinos, por lo que en 1262 envia contra Ceuta una flota al mando del almirante Zafir que es destrozada por los ceuties dandole muerte a su almirante. Abu-I-Qasim expande el dominio de Ceuta sobre Tanger en 1256/1257, pero aprovechando la salida de Abu-I-Qasim a cobrar impuestos a la zona de gumaras, Tanger se independiza. Los marinies se apoderan de la ciudad en 1266/1267, aunque poco despues Abu-I-Qasim recupera la ciudad.

Poco antes, en 1264/1265, los azafíes habían lanzado una expedición naval contra Arcila, previamente abandonada, y destruyen sus murallas a fin de que no pudieran servir a los castellanos que ya habían atacado Salé en 1260.

En 1269 se firma del tratado de paz suscrito entre la corona de Aragón, el reino de Granada, el sultán mariní y el mismo Abu-I-Qasim, que es muy beneficioso para los ceutíes al instaurar la paz en la región y favorecer los intercambios comerciales con los aragoneses.

Tras la toma de Marrakech en 1269 por los marinies que liquidan al reino almohade, fijan su atención en Ceuta, que posee un puerto natural útil para la entrada de productos en su capital Fez.

En 1273, Tanger es tomada nuevamente por los mariníes y Ceuta se encuentra en grave peligro. Sin una flota que pueda hacer frenta a la ceutí, los mariníes buscan el apoyo de los aragoneses con los que firma el Tratado de Barcelona de 1274 consiguiendo el apoyo de la flota aragonesa a cambio de una fuerte suma de dinero. El primer ataque de la flota aragonesa es frenada por los ceuties y mientras se espera un segundo ataque por la flota aragonesa de refuerzo, Abu-l-Qasim inicia conversaciones con los marinies a cambio de pagarles un tributo y el uso de tropas y barcos ceuties en las acciones de los marinies en la península consigue mantenerse al frente de Ceuta.

En 1279 muere Abu-I-Qsim, accediendo al gobierno su hijo Abu Hatim, quien poco después comparte el poder con su hermano ibn Talib que parece que era quien controlaba el poder. Los hermano aceptan al sultán mariní que ocupa Tarifa, Algeciras, Ronda y Málaga. Los castellanos realizan un sitio terrestre (1278) y marítimo (1279) a Algeciras. Mientras los cristianos conquistan Málaga. La flota ceutí consigue levantar el cerco marítimo de Algeciras. En 1279 la flota aragonesa consigue una importante victoria en el estrecho de Gibraltar.

La guerra entre cristianos y marinies se desata y en 1284/1285 se produce una nueva intervención mariní en al-Andalus, que cuenta con la colaboración de la flota ceutí, que tras un primer éxito termina fracasando en 1291. El declive del poder mariní es aprovechacho por los ceuties para dejar de pagarles el tributo. En 1304 se produce un enfrentamiento entre marinies y ceuties que termina con la derrota de estos últimos y la ejecución de cien arquero ceuties. El sultan mariní Abu Yaqub intenta conquistar Ceuta con la ayuda nuevamente de los aragoneses quienes se encuentran enfrentados con Castilla y deciden no apoyar a los marinies.

LOS NASRIES (1306 / 1309)

El sultán granadino Muhammad III, se hace con Ceuta en 1306. Para ello, el gobernador de Málaga Abu Said Faraj parte con destino a Ceuta, y toma la ciudad con la complicidad de ibn Mukhlis, comandante de la guarnición, deportando a los azafies a Granada y poniendo término al “primer periodo azafí”.

El sultan nasrí busca se hace con el control del puerto ceutí y crea una cabeza de puente que dificulte posibles incursiones marinies en al-Andalus, conviertiendo a Ceuta en el lugar desde el que asfixiar económicamente y desestabilizar al estado mariní. Así llega a Ceuta Uthman ibn Abj l-Ula, que hostigará a las tropas mariníes y logrará hacerse momentáneamente con el control de la región hasta 1308 en que es expulsado por el sultan mariní Abu Tabit (1307-1308) que consigue hacerse con el control del Rif aunque ceuta continua en manos granadinas ostentando Muhammad III el título de “señor de Ceuta” controlando ambas orillas del estrecho de Gibraltar. Ante esta situación el rey Jaime II de Aragón y el sultán mariní Abu al-Rabi firman el Tratado de Paz de 1309 orientado a la toma de Ceuta en el que los aragoneses atacarían con su flota buscando obtener botín y acuerdos comerciales ventajosos y las marinies se quedarían son la soberanía sobre la ciudad. Ante este hecho, se produce un levantamiento en Ceuta alentado por la Sura que expulsa a los nasries quedando la ciudad en manos de los marinies por primera vez y evitandose el pillaje de los aragoneses. Se suscribe un nuevo pacto mariní-nasrí por el que los primeros recuperen las plazas de Algeciras y Ronda. Así, quince años despues, el sultán mariní vuelve a dominar el Estrecho y pone pie en al-Andalus.

EL RETORNO DE LOS AZAFIES (1309 / 1327-1328).

Restablecida la autoridad del sultan mariní Abu al-Rabi en Ceuta, los azafies regresan al norte de África instalandose en Fez. Tras la muerte del sultan marini Abu al-Rabi en 1310 y el ascenso al poder de Abu said Utman (1310-1331), se les vuelva a permitir a los azafies su regreso a Ceuta. Para intentar evitar nuevos intentos independentistas de los azafies, se divide el poder entre los hijos de Abu Talib: Abu Zakariya Yahya como gobernador de Ceuta, su hermano Abu Said Abd al-Rahman toma el mando de la flota, y Abu-l-Hassan Ali el del arsenal. Los azafies vuelve a controlar Ceuta, pero como delegados del poder mariní. El avance cristiano hace que los azafíes y los mariníes realicen nuevas campañas en al-Andalus, que tienen muy poco éxito. La economía ceutí se ve perjudicada por la competencia de los puertos de Sevilla y Cádiz, lo que hace que hace que los ceuties tengan que realizar acciones de piratería en las costas penínsulares.

Tras la muerte de su tio Abu Hatim (1317) Abu Zakariya Yahya restablece la Sura o Consejo de Notables dejando de lado sus pactos con el sultán mariní y entrega al disidente mariní, Abd al-Haq ibn Utman, el mando del ejército. Se produce un ataque contra Gibraltar y otros puertos en poder de los cristianos para afianzar el control de la flota ceutí sobre el estrecho de Gibfaltar. La respuesta del sultán mariní se produce enviando un ejercito al mando del visir Ibrahim ibn Isa que cerca la ciudad. Abu Zakariya Yahya acepta la soberanía mariní y se compromete a enviar al sultán impuestos y regalos, siendo confirmado en el mando de Ceuta y manteniendose esta situación de vasallaje hata su muerte en 1320. Le sucede su hijo Abu Abdallah Muhammad, aunque el auténtico hombre fuerte es su primo Muhammad ibn ali, hijo de Abu-l-Qasim Abu Zayd. Las disensiones entre ambos, provocan la internvención del sultán mariní. Los nuevos intentos de sublevación se suceden siendo abortados por Abu said Utman que se hace con el control de Ceuta en 1327/1328 terminando con los azafies que son deportados a Fez.

LOS MARINIES (1327-1328 / 1415)

Tras la ocupación de la ciudad, el sultán Abu said Utman procede a colocar a los hombres más fieles a los mariníes en los puestos claves y se consttruye el Afrag, una auténtica plaza fuerte que domina la ciudad y que constituye una advertencia para posible intentos independentistas.

En 1331, el sultan Abu Said Uthman es sucedido por su hijo Abu al-Hasan ‘Alí ibn ‘Uthmán que se subleva contra él. Toma la ciudad de Algeciras y Gibraltar en 1333, buscando de nuevo el control del estrecho de Gibraltar concentrando en Ceuta una flota que infringe una gran derrota a los castellanos en aguas del Estrecho.

En 1340 las tropas cristianas de Alfonso XI de Castilla y Alfonso IV de Portugal derrotan al ejército de Abu al-Hasan en la batalla del Salado (Provincia de Cádiz) constituyendo una de las batallas más importantes del último periodo de la Reconquista. Abu al Hassan centra sus esfuerzos por consolidad su poder en el magreb oriental conquistando tras un sitio de tres años la ciudad de Tremecén (Argelia) en 1337 y Túnez en 1347 pero fue derrotado en 1348 por una confederación de tribua árabes. Huye hasta Argelia donde ese mismo año se enfrentó a una rebelión liderada por su hijo Abu Inán Faris, abdicando a su favor y retirándose a la cordillera del Atlas en Marruecos donde murió en 1351.

En Ceuta, la población instigada por el jerife husaynita Abu l-Abbas Ahmed apresa a los representantes del antiguo sultan Abu al Hassan y los entregan al nuevo sultan Abu Inan quien a su vez confirma en su cargo a Abu l-Abbas Ahmed y la ciudad tiene algunos años de estabilidad hasta el asesinato de Abu Inan en 1359. Este hecho produce una serie de disputas internas que acabarán con la dinastía en donde los visires nombran y deponen sultanes constantemente.

Abu Salim Ali (1358-1361), con el apoyo castellano, consigue controlar Ceuta, Tánger y las ciudades andalusíes aún bajo poder mariní y en 1358 se hace con el poder en Fez. Poco después, es depuesto con el apoyo de las milicias cristinas por el visir Umar ibn Abdallah, que nombra a su hermano Abu Umar Tasfin, que sólo logra mantenerse unos meses en el poder. Es sustituido por Abu Zariya I (1361) que había desembarcado en el puerto de Ceuta y era apoyado por los castellanos. Fue asesinado y un nuevo sultan es nombrado por el visir Umar ibn Abdallah (1365).

Las discordias entre mariníes y nasríes son evidentes (1368/1369). La huída de ibn al-Jatib a Fez acentúa la tensión. El visir Abu Bakr ibn Ghazi nombra gobernador de Ceuta a Muahmmad ibn Utman a fin de prevenir un posible ataque nasrí, pero su fidelidad quebradiza se inclina del lado granadino y comienza a actuar favoreciendo las ambiciones de otros pretendientes al trono. Los nasríes ocupan Gibraltar, el último enclave mariní en al Andalus, y hacia el año 1384 Ceuta queda en poder del soberano nasrí Muhammad V. La ciudad es sitiada y, aunque el gobernador nasrí Abu Zakariya mantiene una resistencia importante apoyada por los avituallamiento recibidos de Málaga y Gibraltar, la actuación de los jefes locales permite hacerse a los mariníes de nuevo con la plaza en 1386.

La conquista portuguesa de 1415 terminará con un periorodo de más de siete siglos de dominio islámico en la ciudad del Estrecho.

FUENTES

HISTORIA DE CEUTA: DE LOS ORÍGENES AL AÑO 2000 (José Manuel Hita Ruiz, Fernando Villada Paredes) Año 2009